Compartimos con ustedes la primera entrega de los resultados del Estudio Anual sobre Condiciones Laborales de Profesionales (todas las profesiones) en Argentina, realizado en conjunto por la Confederación General de Profesionales de la República Argentina y el Observatorio de Profesionales de FEPUC. Este es el cuarto estudio que se lleva a cabo a nivel nacional y tiene como objetivo brindar información estratégica para el sector y para entidades como este CPIC, ayudándonos a comprender mejor las características, desafíos y expectativas de los profesionales en el mercado laboral actual.
Principales Resultados
La investigación se basó en un estudio exploratorio con una muestra de 10.371 casos, revelando que el 97% de los profesionales trabajan de manera remunerada, y de ellos, un 98% lo hace en su propia profesión. Solo un 2% se encuentra desempleado, pero un 34% está subempleado, es decir, lleva adelante múltiples trabajos, pero jornadas reducidas (25% trabaja menos de 6 horas diarias).
La jornada laboral promedio es de 8,6 horas, con un 36% trabajando más de 10 horas al día.
El pluriempleo es una característica distintiva del sector: un 46% de los profesionales tiene más de un empleo.
En cuanto a los sectores de empleo, el 77% de los profesionales trabaja en el sector privado, un 44% en el sector público y un 16% en organizaciones no gubernamentales o civiles, muchas veces combinando estas modalidades, dado el pluriempleo.
Respecto a las modalidades de contratación, se identificó que:
– Un 34% de los profesionales trabaja de manera independiente.
– Otro 30% está en relación de dependencia.
– Un 19% combina trabajo asalariado e independiente.
– Un 10% tiene locación de servicios, frecuentemente una relación de dependencia encubierta.
– Un 3 % tiene locación de servicios, con contrato sin cumplir horario
– Un 4 % cuenta con becas, programas del gobierno, o son trabajadores informales
El estudio destaca que el sector privado es donde predominan las contrataciones más precarias y un menor porcentaje de empleados asalariados. Para los profesionales más jóvenes, la puerta de entrada al mercado laboral sigue siendo el monotributo y formas precarias de contratación, con un 32% de los menores de 30 años vinculados a estas modalidades.
Desigualdad en Ingresos
El ingreso promedio mensual de los profesionales argentinos es de $1.043.032, con una mediana de $833.000, lo que indica que la mitad de los profesionales gana menos de esa cifra. Las mujeres profesionales perciben un 38% menos que los hombres, reflejando una marcada desigualdad en los ingresos. Además, los ingresos aumentan con la edad, siendo los profesionales mayores de 61 años quienes alcanzan los mayores ingresos, casi el doble de lo que perciben los menores de 30 años.
Regionalmente, las mayores remuneraciones se encuentran en la región metropolitana (CABA y Gran Buenos Aires) y Patagonia, mientras que las regiones Pampeana, NEA, NOA y Cuyo muestran ingresos significativamente por debajo del promedio nacional.
Pérdida de Empleo y Resarcimiento
El 10% de los profesionales argentinos perdió algún empleo en el último año, principalmente en el sector privado, con un 65% de los despidos ocurriendo en este ámbito, y un 56% de las finalizaciones de contratos sin renovación correspondiendo al sector público. Además, el resarcimiento económico por pérdida de empleo es poco frecuente; solo el 61% de quienes tenían relación de dependencia recibieron un pago indemnizatorio, mientras que entre los «monotributizados», solo el 14% recibió alguna compensación económica.
Consideraciones y Desafíos
La evolución de las condiciones laborales desde 2020 muestra una clara tendencia hacia la desregulación de las modalidades de contratación y un marcado dilema entre el deseo de ejercer la profesión de manera independiente y la necesidad de contar con las garantías y estabilidad de la relación de dependencia.
Este estudio también identifica la persistente pérdida de poder adquisitivo en el sector, con el aumento de precios, superando ampliamente el crecimiento de los ingresos profesionales. Esta situación genera una creciente vulnerabilidad, acentuada por la desigualdad de ingresos entre hombres y mujeres, donde factores como el subempleo, el techo de cristal y la precariedad contractual juegan un papel fundamental.
Los resultados ponen de manifiesto la necesidad de profundizar en el análisis y caracterización de las condiciones laborales por disciplina, para lo que se completará el análisis en una próxima entrega.
Esperamos poder contribuir con ello a diseñar estrategias específicas que mejoren los derechos, las garantías y cubran las expectativas de los profesionales en un contexto cada vez más desafiante.