El 23 de junio de cada año se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, desde que la Women’s Engineering Society lo celebrase por primera vez en 2014 con el objetivo de conmemorar a las mujeres por su papel en un sector tradicional e históricamente masculinizado.
Cuando en 1866 se creó la primera facultad de ingeniería del país, el ingreso de las mujeres era del 0%. Pasaron 52 años para ver por primera vez a una mujer que levantara su título: Fue Elisa Bachofen, que en 1918 se convirtió en la primera ingeniera argentina y de toda Latinoamérica. Según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias, en 2017 (último dato oficial) se graduó una ingeniera cada 10.427 mujeres, mientras que se recibió un ingeniero cada 3.238 hombres en el país. Tanto en porcentaje de estudiantes, como de interesantes, las mujeres representan el 24% del total. Ingeniería en Alimentos (68%), Ambiental (62%) y en Recursos Naturales (61%) son las carreras donde la matrícula femenina excede a la masculina. Con respecto a las decanas, de 120 facultades de Ingeniería, solo 19 están lideradas por mujeres.
En 2019 se lanzó el libro “Matilda y las mujeres en Ingeniería en América Latina”, producido por CONFEDI y el Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Instituciones de Ingeniería (LACCEI), que reunió a 33 autoras de 7 países con el objetivo de visibilizar el rol de la mujer en la ingeniería y motivar a las jóvenes latinoamericanas para que puedan ver a esta carrera como una opción para su propio proyecto de vida.