Una Construcción Sostenible, es aquella que incorpora la sustentabilidad en el ciclo de vida (construcción y uso) de las viviendas, edificios e infraestructura en general, aumentando el bienestar para los usuarios sin comprometer al medio ambiente. Esto implica pensar en la orientación y las particularidades del terreno y el clima, las técnicas y materiales a fin de aumentar su eficiencia, los sistemas de iluminación y calefacción, las personas que participan en la construcción y el uso que los habitantes hacen del espacio, entre otras cuestiones a considerar.
Las construcciones tradicionales consumen de una gran cantidad de materiales y energía, impactando de manera directa en las emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de bosques nativos, la biodiversidad del planeta, contribuyendo al cambio climático. A nivel mundial, la construcción y el uso de edificios son responsables del 40% del consumo anual de energía y de hasta el 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con la energía.
Por todo esto, es que cada 24 de septiembre, conmemorando el Día de la Construcción Sostenible, se plantea concientizar sobre diversos modos de habitar, que hacen a las ciudades, su funcionamiento y sus impactos. De esta manera, se busca repensar con qué técnicas y recursos se conforman viviendas e infraestructuras que mitigue y adapte los asentamientos humanos frente al cambio climático.
Según datos plasmados en el Manual de Vivienda Sustentable, creado por el Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda, junto a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Energía, en Argentina, casi 4 millones de familias tienen problemas con su vivienda. Alrededor de 1.6 millones no cuentan con un hogar, y otros 2,2 millones viven en un lugar que no cuenta con la infraestructura básica. Esto trae como consecuencia que muchos de los barrios que se construyeron han sido gravemente afectados por catástrofes naturales producidas por los efectos del cambio climático.
DATO RELEVANTE:
Primera escuela pública sustentable
La escuela primaria N°12 se encuentra ubicada en la provincia de Buenos Aires, en Mar Chiquita y se trata de la primer institución pública y sustentable existente en el país y la segunda en Latinoamérica.
Se trata de una obra de más de 300 metros cuadrados que se construyó en 45 días (entre febrero y abril de 2018) con unas 25 toneladas de materiales reciclados, entre ellos, latas, botellas, cubiertas de autos y cartón, junto con materiales tradicionales. El edificio se autoabastece de agua, energía y calefacción.
El método constructivo Earthship, desarrollado por el reconocido arquitecto Michael Reynolds, se basa en 7 principios de sustentabilidad que dan vida a esta nueva manera de habitar y transmitir la educación son:
1. Utilización de energía renovable: En el caso de este edificio, la utilización de que aportan toda la energía eléctrica que consume cada una de sus aulas y habitaciones.
2. Acondicionamiento térmico pasivo: La posición del edificio, con su cara vidriada totalmente orientada hacia el norte, la sur rodeada por un grueso muro de neumáticos enterrado en un gran terraplén atravesado por 9 tubos de ventilación hacen que el edificio mantenga una temperatura estable entre los 18° y los 25° durante todo el año sin necesidad de recurrir a fuentes de calefacción o refrigeración artificiales.
3. Captación de agua de lluvia: El techo inclinado de los salones capta el agua de lluvia que se almacena en 10 tanques con capacidad total de 28.000 litros que abastecerán al edificio por completo.
4. Reutilización de aguas: Se maximiza el recurso agua dentro del edificio mediante un sistema de distribución que filtra y limpia el agua para habilitarla para el consumo humano en las piletas de los baños. Desde allí, el agua recorre la huerta interior regando sus plantas y el restante se destina a las cisternas de los baños, desde donde termina enviándose a través de los inodoros a una fosa séptica conectada a una celda botánica que hará el tratamiento final de aguas de forma natural.
5. Producción de alimentos: Tanto la huerta interior que recorre el pasillo frontal del edificio como una huerta exterior, producen alimentos orgánicos y saludables para el consumo de las personas que habitan el edificio.
6. Utilización de materiales reciclados: Se encuentra introducidos en la construcción, todos aquellos materiales considerados de residuo junto a materiales tradicionales y naturales.
7. Factor humano: Un edificio de esta envergadura precisa, para su óptimo funcionamiento, trabajar sobre distintos valores que atraviesan el proyecto en sí, desde el punto de vista constructivo, educativo y comunitario y que promueven el trabajo en equipo, la colaboración, la participación diversa, el cuidado del medio ambiente y el uso responsable de los recursos.
Material de consulta: https://unaescuelasustentable.com/